domingo, 12 de agosto de 2012

Julio Verne: Viaje al centro de la Tierra (**)


(155 pág.; Vértice)                                        (29; junio de 2012)

Este año he decido que leería una obra de Verne, pues fue uno de mis autores favoritos durante mi adolescencia y del que más libros leí, pero en lugar de releer uno, preferí esta novela, pues no la había leído y Marisol se la aconsejó a Anna, y a esta le gustó.

Aun a pesar de conocer la fértil imaginación del autor no dejó de sorprenderme en esta historia, pues como concebía que ese viaje no era realizable (y escribo en pasado porque la serie de razones que ofrece Verne para hacer creíble dicho viaje se lo merecen) tenía algo más que curiosidad por saber qué sucedía.

¿Alguien no conoce la historia y el título no le parece suficientemente sugerente? Pues ahí van tres líneas: un sabio y su sobrino encuentran un documento que les indica que se hizo un viaje al centro de la Tierra unos siglos atrás y tiempo les falta para repetirlo. Contratan a un joven que no tiene miedo y se embarcan en esta interesante y trepidante aventura.

Ya sé que no he sido muy detallista, pero aunque aconsejaría leerlo con menos de dos décadas en las espaldas, el libro es tan corto que es mucho mejor leerlo que no enterarse de nada más que por alguien que escribe como yo.





“El domingo 24 de mayo de 1863, mi tío, el profesor Lidenbrok, regresó precipitadamente a su casa, situada en el número 19 de la König-strasse, una de las calles más antiguas del barrio viejo de Hamburgo.”

eBook: el texto está con los guiones de siempre en mitad de las palabras y no reconocía el diccionario en español… pero no se podía adquirir a precio de mercado.



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